Los Austrias

Los Austrias

martes, 18 de mayo de 2010

El imperio universal: Carlos I

Carlos I de España y V de Alemania nació el 24 de febrero de 1500 en Gante. Era español por su madre Juana de Castilla y por sus abuelos Fernando e Isabel, los Reyes Católicos; alemán, por su abuelo paterno el emperador Maximiliano; borgoñón por su padre Felipe I el Hermoso y por su abuela María de Borgoña, esposa de Maximiliano I e hija de Carlos el Temerario.

Cuando murió su padre, en 1506, recibió Holanda, Luxemburgo, Artois y el Franco Condado a lo que se añadiría Aragón, Navarra, Castilla, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, y los territorios en América que heredó a la muerte de su abuelo materno Fernando el Católico, en 1516. Además, en 1519, por parte de su abuelo paterno Maximiliano I obtuvo los territorios austríacos de los Habsburgo y fue elegido emperador de Alemania.
Así, Carlos fue rey de España de 1516 a 1556 y emperador de Alemania de 1519 a 1556.





Conflicos interiores:

Carlos I llego a España sin hablar castellano, las cortes le reclamaron más atención.
Su vuelta a Alemánia provocó multiples revueltas:

La Guerra de las Comunidades de Castilla fue el levantamiento armado de los denominados comuneros, acaecido en la Corona de castilla desde el año 1520 hasta 1522, es decir, a comienzos del reinado de Carlos I. Las ciudades protagonistas fueron las del interior castellano, situándose a la cabeza de las mismas las de Toledo y Valladolid.


Tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar en 1521, todas las ciudades abandonaron el movimiento, excepto Toledo que fue finalmente dominado en 1522. Los dirigentes comuneros Padilla, Bravo y Maldonado fueron ejecutados.

Las germanias:

Las causas del movimiento las encontramos en la crisis económica y las epidemias que se abatieron sobre el reino de Valencia, a lo que se vino a unir el descontento social en entre los artesanos y los pequeños comerciantes enfrentados con la oligarquía urbana (grandes comerciantes) y la nobleza.

La rebelión de las clases populares, la Germanía, se inició en la ciudad de Valencia en 1520 aprovechando que la nobleza había huido de la ciudad por la peste. Pronto la revuelta se extendió hacia el sur del reino.
Los agermanats también atacaron a los moriscos, a los que, además del odio religioso, acusaban de ser sumisos a la nobleza y a la Corona.


Problemas exteriores:

La batalla de Pavía fue una batalla mantenida el 24 de Febrero de 1525 entre tropas francesas al mando del rey Francisco I y las tropas españolas del emperador Carlos V, con victoria de estas últimas, en las proximidades de la ciudad italiana de Pavia

La alianza entre Francia y los turcos provocó un nuevo equilibrio de fuerzas, que los historiadores otomanos han interpretado como «la quiebra de la unidad cristiana en Europa». La estrategia turca consistía en apoyar a toda la oposición de Carlos V, bien fuera Francia, los príncipes protestantes o los corsarios mediterráneos. En este sentido los privilegios comerciales que concedió Estambul a París tuvieron una enorme repercusión política porque sirvieron para romper la unidad católica.


Con el asedio de Viena, Carlos V comprendió que la amenaza turca estaba cerca y existía un riesgo real de que se derrumbaran las puertas de su imperio. En aquellos momentos era prácticamente imposible una cruzada contra los enemigos de la fe católica. El plan de Solimán de ruptura de la unidad cristiana tuvo éxito. A Francia no le quedó más remedio que aliarse con «los infieles» y se mostró más interesada en defender sus intereses particulares que en participar en una cruzada.

La Paz de Augsburgo, también llamada "Paz de las religiones", fue un tratado firmado por Fernando, hermano y representante del Carlos I y las fuerzas de la Liga de Esmalcalca el 25 de Septiembre de 1555 en la ciudad de Augsburgo en Aemania, por el cual se resolvía el conflicto religioso comenzado desde la Reforma protstante.

El acuerdo dividía el Imperio de Carlos V en dos confesiones cristianas (Luterana y Calvinista) y otorgaba a los príncipes alemanes la capacidad de elegir la confesión a practicar en sus Estados (de entre las mencionadas, cualquier otra, como el Calvinismo, estaba prohibida). Los súbditos del mencionado príncipe estaban obligados a profesar la religión que éste eligiera, pero tenían la alternativa de emigrar a otro principadoEsta paz llegó pese a la victoria de Carlos V en la batalla de muhlbergde 1547, pero ni esto ni el Concilio de Trento consiguieron acabar con el problema.

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